Muebles imprescindibles en una oficina
Una de las primeras cosas necesarias para hacer de una oficina digna de su nombre es, por ejemplo, el tipo de mueblería que este espacio deberá tener. ¿Te has preguntado cuál es el tipo de amueblado ideal para decorar una oficina?
De entrada, pudiera parecer que la mueblería no es universal, porque depende de qué tipo de oficina gestionemos para darle mayor o menor contenido de sobriedad o de dinamismo.
Recuerda que tus colores ideales siempre deberán estar en comunión con tu mueblería, y que ambos hechos dirán muchísimo de qué tipo de servicio o la seriedad del mismo estás ofreciendo.
A pesar de estos hechos, existen algunos tips universales que ayudarán a hacer que la oficina luzca bien, en casi todos los casos, contando sólo con tipos de mueblería específica.
¿Qué incluimos en la mueblería?
Recuerda que la mueblería no se restringe únicamente a los espacios donde la gente se sentará; es también la mesa, el decorado, las estanterías y demás elementos que configurarán la administración del espacio.
Por ello, una oficina pequeña pero con una densidad de contenido da, de entrada, una apariencia sosegada y normal, además de caracterizarla como espacio de trabajo, pues los espacios deben contar con sitios provistos de gavetas y estantes donde se situarán numerosos documentos.
El lugar protagónico de toda oficina es la mesa de trabajo. Ella será el epicentro del trabajo y es en ella que se realizan todas las actividades, incluidas eventuales recepciones. La combinación de una mesa de trabajo amplia de tonalidades grisáceas con una silla de trabajo color negro es tenida, por casi todos, como la más ideal para proyectar sobriedad.
¿Y los otros sitios?
Es importante, aunque secundario, que la oficina esté bien adornada. La mayoría de las personas que trabajen en oficinas dedican espacio para situar cuadros, fotografías e incluso un lugar para colocar los dibujos de sus hijos.
Estos espacios deberían estar preferentemente cerda de una estantería. Las estanterías con documentos de trabajo le dan sobriedad y seriedad al trabajo, evitando que el receptor pueda subestimar o incomodarse por la presencia de los elementos personales que el oficinista decida tener en su lugar de trabajo.
Otros elementos importantes son floreros, macetas o tiestos, que siempre quedarán mejor en las angulaciones y las esquinas de la oficina. Le dan una impresión estética al lugar muy agradable sin necesariamente llevarse el protagonismo que otros elementos deben tener.
Los espacios y el trabajo
Las mesas deben ser muy amplias pues en ellas se asume que no sólo se dispondrá el computador o la portátil, sino que también habrá una variedad indefinida de trabajos manuales en ella.
Por trabajo manual no debe entender sólo la firma de documentos y el sellado eventual de estos, sino también trabajo en rigor: ejercicios, lectura de documentos físicos, papeleo de diverso tipo, entre otros.
Es por esta razón que los extremos de la mesa deben prever la presencia de una lámpara que debe, desde luego, combinar adecuadamente con el resto de los elementos del espacio. Atendiendo que estamos apostando por la sobriedad, una lámpara de tipo metálico es lo más oportuno y lo que el receptor puede estimar como mejor bienvenido. Si la oficina se encuentra debidamente iluminada, destacando la cercanía de la mesa a una ventana, entonces este asunto no es de talla relevante.
De igual forma, debe conocerse el horario de trabajo de sus empleados para disponer todo tipo de muebles, incluyendo lamparas, necesarios para los horarios extras o los turnos nocturnos.
La decoración de una oficina depende del tipo de trabajo que se realice en la misma, si es por ejemplo un oficina dedicada a la venta de inmuebles, podría optarse por un estilo más sobrio, pero si es una oficina dedicada a ser un consultorio ontológico para niños, entonces la decoración deberá cambiar totalmente.
Según el caso que sea, contar con un diseñador de interiores para la planificación de tu oficina puede ayudarte a seleccionar el mejor estilo.
